
El practicante de Aikido utiliza técnicas de proyección y de inmovilización para desequilibrar o dominar a su adversario; puede también acompañar sus movimientos de una serie de "atemis", es decir golpes en puntos vitales del cuerpo. Su ejercicio incluye la práctica con diversas armas. A diferencia de otras artes marciales, el Aikido excluye tajantemente toda idea de competición. A primera vista el Aikido, con sus bellos movimientos circulares podría parecer, en ocasiones, poco efectivo, sin embargo contrariamente a esa apariencia "blanda", es en realidad "duro", vigoroso y dinámico, con técnicas de probada eficacia.
El Aikido está dirigido a todo el mundo, cada uno puede practicarlo a su conveniencia en función de su edad, de su sexo y de sus posibilidades físicas, a condición de estudiar y practicar con continuidad y dedicación. Constituye una perfecta escuela de aprendizaje, experimentación y desarrollo de los valores morales y físicos del individuo. En definitiva, un completo método de educación:
Física, mejora la salud mediante:
- el desarrollo armonioso de todas las partes del cuerpo
- el aumento de la elasticidad de las articulaciones
- la corrección de la columna vertebral
- el control de la respiración
- la relajación
- el estudio del desequilibrio
- el conocimiento y utilización de la energía
- el desarrollo de los reflejos